De acontecimientos y más acontecimientos

Ciertamente nunca me he considerado alguien sumamente emocional, sin embargo últimamente siento que mis emociones están a flor de piel y no por una buena razón.
Mi familia es un desastre.
Sé que muchos adolescentes tienen esa frase prácticamente pegada al paladar. No obstante yo ya he pasado esa etapa y el que lo diga ahora no es más que una justa verdad.
Hace poco más de un año mis padres quedaron sin trabajo, en ese entonces yo iba cursando mi primer año en la univesidad, en una carrera que ahora ya no veo ni remotamente atractiva.
Mi papá tenía un lavado de autos muy prospero que por diversas razones ya no pudo mantener, buscó y tomó otros locales pero ninguno valió verdaderamente la pena, fracasaron todos y con ello se fue todo el dinero que teníamos y el que no también.
Tuvimos que dejar la casa donde vivíamos y mudarnos con mi tía, un cuarto para  tres personas, dos perros y un bebé, porqué sí, en el transcurso de todo nuestro descenso mi mamá quedó embarazada. No fue una buena situación para tener un bebé, pero no es como si lo hubieran planeado, mi madre creía que no podía tener más hijos, lo había intentado los primeros años luego de mi nacimiento sin fruto alguno, por lo que la presencia de ese bebé fue una sorpresa para todos.
En fin, nuestra decadencia económica siguió cuando las deudas que mi papá adquirió con sus intentos de tomar locales volvieron con los rostros molestos de distintas personas. Debía mucho dinero y no había como empezar a pagar, a veces a duras penas teníamos para la comida y en algunas ocasiones ni eso. Al principio mi mamá empezó a ir a vender cosillas en las calles, mientras mi papá se encargaba de la bebé y yo me tragaba ingenuamente la idea de que pronto todo volvería a la normalidad y volvería a la universidad, sin embargo lo de mamá no funcionó por mucho tiempo, a veces vendía muy poco y no alcanzaba solventar los gastos que hacía por lo que terminó  por dejarlo.
Luego de eso papá ocasionalmente era llamado por algún amigo para que fuese a trabajar por algunos días, pero el dinero que ganaba seguía sin ser suficiente.
No se cómo pero en medio de todo eso mi mamá adquirió la costumbre y la creencia de que podía adivinar el numero que caería en los chances y empezó a jugar diariamente dos veces al día. Yo firmemente creía que gasta más de lo que gana, sin embargo,  algunas de las veces que gana suceden justo cuando realmente necesitamos el dinero para la comida, para los pañales y la leche de la bebé o para abonar las deudas.
Un año pasó así, la tensión  por las deudas de mi papá  creció poco a poco. Mi mamá estaba cansada de ser ella quién diese la cara y de pagar dinero que ella no gastó. Porque ni mi medio hermano (con quién mi papá había colocado el lavado de auto) ni mi papá se hacían verdaderamente responsables, como resultado los cobradores terminaron buscándola a ella. Ciertamente creo que ella tenía razón, no obstante, las discusiones con mi padre por ello varias veces terminaban con él yéndose unos a casa de mi abuela por unos días; y es que mi madre es una mujer de carácter fuerte que muchas veces no sabe medir sus palabras y termina hiriendo más de lo que ella cree.
Para finales de ese tormentoso año yo ya tenía claro que nuestra situación no iba a mejorar de un día para otro o por un milagro divino (como ilusamente me había convencido antes) por lo que empecé a buscar un trabajo, mi medio hermana me recomendó con varias personas pero nada funcionó. Tener solo la secundaria aprobada no era el mejor incentivo para contratar a alguien.
Entre todo eso mi pie se vio atacado por un hongo cutáneo que no podía ser tratado por falta de dinero.
Mi prima (la hija menor de tres de la tía con la que vivíamos, con la que comparto edad y que ciertamente no estaba en condiciones mucho mejores que la mía) y yo decidimos buscar por muchos medios maneras de estudiar gratuitamente algún oficio o algo (por el estado o algo así), encontramos un programa que parecía perfecto y que ya había probado un amigo de el hermano de ella. Sin embargo al parecer mi situación económica no es lo suficientemente baja como para que califique.
Una amiga de mi prima se ofreció a ayudarnos a entrar como promotoras de productos (las personas que se encuentran dando muestras de productos en los supermercados) sin embargo necesitábamos un título de manipulación de alimentos y bueno, eso obviamente costaba dinero que no tenía.
El dinero es probablemente la mayor causa de tensiones en casa, en general. Mi madre y mi padre, mi madre y mi tía, mi abuela materna y mi tía, mi mamá y los cobradores, mi tía y los cobradores, mi abuela y los cobradores, mi madre y mi padre. Había muchas discusiones siempre, todos los días y es realmente cansado, fatigoso y triste.
A finales del tan mencionado año, sobre agosto o septiembre, mi padre tuvo un accidente de tránsito. Mi tía le había pedido que llevará a visitar a mi prima y su tía al padre de la primera. Debo admitir que es mañana cuando los vi listos para partir tuve un mal presentimiento, pero lo desestime. Durante el trayecto un auto se les atravesó y por evitar chocar con el otro auto terminaron estrellados contra un poste. Mi prima resultó con una fisura en la cadera o algo así y tuvo que ser operada y llevar rehabilitación. Mi tía culpo a mi padre aún cuando mi prima le dijo que no fue culpa de él.
Fue una época de muchas tensiones, que no se pueden evitar porque no teníamos otro lugar donde ir, aun seguimos sin tenerlo.
Supongo que mi tía estaba estresada y ciertamente es que su situación familiar no es mejor que la nuestra. Su pareja durante más de 17 años y padre de mi prima le fue infiel (otra vez) y en esta ocasión no pudo perdonarlo y lo saco de la casa. Unas semanas después había encontrado alguien con quien reemplazarlo. Un hombre celoso, manipulador y posesivo, que ciertamente no cayó en gracia a sus hijos ni a nadie en realidad, pero ella parecía cegada y creo que aún lo está. Mi prima y yo llegamos a la conclusión de que ella cree que necesita la atención de los hombres para sentirse importante. Porque ciertamente luego volvió a contactar con el padre de mi prima  y esas constantes idas y venidas le han costado muchas discusiones con sus hijos, con mi madre y con su actual pareja. Mis primos creen que ella debería comportarse como adulta y dejar de jactarse por lo que está haciendo, que ciertamente afecta en gran medida a mi prima que se encuentra en medio de su padre y madre y la pareja de su madre. Mi madre se preocupa por ella y por que cree que debería dejar de hacer todo lo que el hombre (actual pareja) quiere que ella haga, esto ha acarreado muchas discusiones. 
Su actual pareja solía vivir aquí hasta hace poco que una discusión que era entre ellos, terminó involucrando a casi todos los habitantes de la casa; el hombre en cuestión discutió con mi tía por sus salidas con el padre de mi prima, luego se fue y ella fue detrás de él (aún cuando amenazó con golpearla). Se fueron y mi madre llamó a la policía preocupada por mi tía. Mi prima casi lloraba. Mis primos trabajan y no estaban.
Para cuando mi tía regreso junto al hombre, el olor a alcohol en él era fuerte y terminó por querer golpearse con un señor que llegaba a guardar su auto a la casa. Mi padre tuvo que intervenir para separarlos. Mi prima y yo reteniamos a mi tía, ella quería meterse y separarlos pero ya la habían tirado al piso. Ella no parecía ella, estaba desesperada por ir con él.
En fin que el tipo de alguna forma terminó  gritándole cosas a mi abuela y mi tía no dijo nada. Mi madre no quería que se fuera con él y trato de retenerla y se terminaron peleando las dos hasta que mi madre la dejó ir. Mis primos estaban molestos, preocupados e incrédulos por el comportamiento.
Él se fue pero la tensión entre mi madre y mi tía creció, al tipo no le agradaba mi mamá.
Los acontecimientos inesperados y duros nunca terminan en mi vida, hace dos días uno de nuestros perros murió. Pupi era un grandote gentil y protector que movía su cola mocha cada vez que me veía. Él no murió de forma natural,  había estado vomitando los últimos días y mi padre cree que lo envenenaron. Padre dice que lo vio salir a paso lento de la casa y no volvió. Al principio quise creer que iba a volver que solo se había ido a dar una gran vuelta (algo que nunca había hecho) quise creer que yo saldría y lo encontraría, entonces lo traería de regreso. No sucedió así. Mi padre lo encontró cursando la calle, en una esquina del lote vacío que esta enfrente. Él se fue para que no lo viéramos morir. Estaba echado sobre su costado y casi parecía dormir. No lo hacía.

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